SOLTAR LAS DEFENSAS

Se siente como un rendirse, un cansancio que ya no quiero sostener más. Rendirme al presente aprendiendo a confiar, porque para ser completamente honesta, no confío del todo.

Confiar, sentirme sostenida por un momento, o por otros más,  soltando la necesidad de ocuparme de lo externo como si así pudiera  distraerme de mí misma, a veces escuchando más para hablar menos, para sentirme más “segura”, creyendo que así me defiendo del miedo a lastimarme al relacionarme con los demás… O eso creía.

Pero no, solo es esconderme  con el deseo de que me des-cubras, de ser re-conocida. Un sueño inútil y sin sentido que puedo ver, que puedo perdonar, que puedo entregar.

Cuántos de nosotros nos revestimos de defensas, fingiendo querer cuando solo ofrecemos de manera oculta miedo y desconfianza,  solo por no mostrarnos, por no desnudar el cuerpo, el alma y la mente, por no atrevernos a  relacionarnos con  claridad, dignidad, sinceridad,  honestidad y responsabilidad, por no invitar al AMOR a que forme parte de nuestras relaciones y aprender a crecer en ellas.

Yo deseo descansar en los brazos de mi Amado  que con su energía abarcadora y su  cariño me diga: hoy me ocupo de ti, quiero saber cómo estás, quiero apoyarte en tus sueños, en tu despertar y ser el espacio donde puedas expresarte,  donde seas libre para ser tú, con tus tropiezos, tu terquedad, tus errores, tu lucidez, tu sabiduría, tu cariño, tu dulzura, tu pasión y tus ganas de extenderte;  que con respeto, paciencia e interés escucharé no solo tus palabras, también tu corazón… Solo dame el permiso.

Eso es lo que yo deseo y prefiero: sentir apoyo y confianza, abrirme por completa y compartir todo de mí. Hoy quiero descansar en Ti para florecer.

Pero no es suficiente, porque no tiene que ver contigo, mi Amado, o como te manifiestes. Tú siempre estás disponible para mí, comprometido conmigo en la eternidad presente sosteniéndome y amándome aquí y ahora. Estás en todas mis relaciones.

Tiene que ver conmigo, y asumo mi responsabilidad. Tiene que ver con que suelte, me rinda y me deje querer. Tiene que ver con perdonarme de la mano del Espíritu, tiene que ver con dejar de luchar porque el amor no conlleva esfuerzo. Tiene que ver con el permiso que me doy de dar y recibir, de recibir y dar.

Hoy me doy el permiso y te lo doy a Tí. Digo sí a dejar de pretender ser fuerte y en vez, elijo vivir desde mi fortaleza interna.

Hoy elijo dejar de ocultarme en la que escucha, la que guía, y la que sostiene. Hoy elijo  ser relación. La que recibe y en su momento, la que da. Porque dar y recibir siempre es lo mismo.

Hoy quiero ser la niña, la mujer, la sabia, la inocente que se deja querer, la que se deja sostener, la que se acepta y se quiere, la que es aceptada y querida  simplemente porque si.

Hoy me apetece llorar en los brazos de mi Amado, no por tristeza, sino por alivio, soltando las defensas que no sirven más. Liberarme de Tu mano, Jesús,  de los pensamientos que me lastiman y que elijo no me lastimen más.

Hoy me dejo ver por Ti, por todos. Me dejo des-cubrir por el Amor. Ya no necesito defensas ante la Verdad. Soy completamente amada.

Te ofrezco mi pequeña dosis de buena voluntad. Reconozco que  protegiéndome del amor no  lo puedo controlar. Reconozco que es una equivocación y que con Tu ayuda se corrige el error.

Hoy dejo el espacio libre para que me encuentres  y me recibas, y recibirte yo por igual sin aspavientos ni control, sin planificación, ni poses. Recibirnos y darnos al natural.

¡Me doy a luz! Y manifiesto, me dejo ser.

Lo que es, es. El mar fluye a nuestro favor.

Ya puedo descansar. Ya puedo vivir.

El camino al alma tiene su recompensa. Elegir a Dios eligiéndo-Nos.

Hoy suelto  las defensas. En mi indefensión radica mi seguridad.

Ya la puerta está abierta. Y salgo. Voy al encuentro.

Vengan a mí los que estén cansados y agobiados, que yo los haré descansar. Acepten mi enseñanza y aprendan de mí que soy paciente y humilde. Conmigo encontrarán descanso. Mi enseñanza es agradable y mi carga es fácil de llevar». Mateo 11:28-30

 

Te ofrezco esta reflexión mientras camino al alma. Que tu corazón repose en la paz de quien confía.

Con amor,

Zaidy .

 

 

3 comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Vuelve al inicio